domingo, 21 de septiembre de 2014

LEYENDAS DE AMALFI ANTIOQUIA

1. LA CARGA DE ORO 
En la vereda Montañita del municipio de Amalfi, un administrador de finca y un trabajador, se dieron cuenta que en los predios de la finca había una guaca. Esperaron que llegara la semana santa para intentar sacarla. Se subieron a una piedra muy alta y observaron una luz muy fuerte, un poco asustados se fueron a dormir y regresaron temprano al día siguiente, y empezaron a cavar sobre el sitio que habían visto la noche anterior, encontrando una carga de oro que estaba enterrada, el administrador comenzó a comentar que por fin seria rico, se daría la gran vida, conseguiría mujeres y gastaría su fortuna pasando bueno. Mientras hablaban una piedra muy grande que estaba al lado se movió y cayó en el sitio donde estaba la carga de oro y por mucho que trataron de encontrar el oro no pudieron volver a localizarlo.  



2. LOS COMPADRES 
Cuando llegaron los primeros pobladores al valle donde fue fundado el municipio de Amalfi; dos compadres que habían trabajado juntos durante varios años los cuales se hicieron ricos sacando oro en aquellas tierras decidieron que iban a coger diferentes caminos y tomaron la decisión de realizar una apuesta para repartir el oro que tenían guardado. La apuesta consistía en enfrentasen a duelo con machetes y quien ganara se quedaría con todo el oro que hubiera en las alforjas que llevarían al lugar acordado, dicen los testigos que salieron los dos hombres para un lugar cerca al pueblo donde es actualmente el alto del cristo, con ellos iba también un joven que era el hijo de uno de ellos y ahijado del otro hombre. Al llegar al lugar acordado enterraron las alforjas llenas de oro, para que el vencedor las desenterrara y el testigo de este inusual duelo sería el joven, los hombres sacaron sus machetes y comenzaron a pelear aunque inicialmente no se trataba de matarse los hombres empezaron a perder el control de sí mismos, al ver el joven que los hombres estaban heridos y ninguno quería darse por vencido decidió separarlos con tan mala suerte que en el instante que se les acercó cada uno le dio un machetazo los cuales lo decapitaron. Los hombres al ver al muchacho muerto se echaron la culpa mutuamente y continuaron peleando hasta terminar heridos de muerte, antes de amanecer los dos hombres yacían muertos cerca al cadáver del joven. La gente de aquella región cuenta que en semana santa a partir de la media noche se ven los compadres peleando con machetes y el joven sin cabeza tratando de separarlos, y dicen que quien logre ver hasta donde rueda la cabeza del joven encontrará el lugar exacto donde los compadres enterraron las alforjas con oro. 


3. LA PROFESORA CASTIGADORA 
Hace muchos años una profesora que enseñaba en la escuela de varones del municipio de Amalfi, prestaba poca atención a sus alumnos por estar charlando con su novio, todos los días en las horas de la tarde llegaba un hombre alto, de buena presencia y el cual era conocido en todo el pueblo por ser enamorado y borrachín en un caballo alazán de paso fino y se arrimaba a una de las ventanas del salón a enamorar la profesora, ella al verlo quedaba extasiada, olvidándose de todo a su alrededor, no solo era el cuerpo de aquel jinete que la desvelaba sino su forma de hablar y tratarla, también pensaba en las tierras y dinero que él tenía, para ella este galán era el hombre perfecto. Mientras la profesora hacia visita, los estudiantes aprovechaban para hacer indisciplina, unos corrían por el salón, otros tiraban papeles y los pupitres al piso mientras otros con bromas pesadas molestaban a los compañeros más pequeños. La profesora no daba importancia a este comportamiento abusivo y destructivo de los estudiantes mientras estaba su novio haciéndole visita, pero al éste irse y ver el desorden de los estudiantes los callaba de un grito, luego los organizaba hilera para golpearlos con una regla, todos los estudiantes recibían su dosis de castigo, sin importar su comportamiento, al fin y al cabo el que no peca por acción peca por omisión, decía la profesora. La profesora soñaba con el día que este hombre le propusiera matrimonio y poder tenerlo sólo para ella día y noche, este día nunca llegó. Una tarde mientras recibía la visita de su amado sufrió un desmayo y antes de terminarse la semana una penosa enfermedad acabó con su vida. Luego de morir la profesora las personas del pueblo decían que a altas horas de la noche se veía la silueta de la pareja charlando en la ventana lo mismo que se escuchaba la gritería de los niños en el salón de clase.  


 4. LA VUELTA DE LA MARRANA (EL BAÚL) 
A media loma bajando del alto del río al aeropuerto del municipio de Amalfi en una curva pronunciada los conductores de las escaleras (chivas) que hacen sus recorridos y pasaban por allí en las horas de la noche por este lugar dicen ver una niña que cruza la carretera con una marrana y catorce cerditos. Un viernes cuando regresaba de la vereda Montebello el carro (la escalera) se varó en aquella curva, era casi media noche y mientras trataban de arreglar el carro apareció una niña arrastrando un baúl y les pidió el favor que le ayudaran a subirlo al carro ya que ella no podía con él. La niña se sentó en una de las bancas, cuando arreglaron el carro la niña les dijo que ya no viajaría puesto que se le había olvidado alimentar sus animalitos, cuando el conductor le preguntó por el baúl ella le respondió que hicieran el favor y se lo llevara al pueblo y que ella luego iría a recogerlo. Pasaron los días y los meses y el baúl permanecía en el carro sin que nadie se atreviera a destaparlo, un día cualquiera en la misma curva la cual ya llamaban la vuelta de la marrana se encontraron de nuevo la niña, la marrana y sus cerditos, el conductor paró y le preguntó por qué no había vuelto por el baúl y ella sin mirarlo ni parar le contestó que eso era para él por su buen corazón y de inmediato desapareció en medio de la neblina. El conductor un poco asustado siguió su recorrido y al llegar al pueblo en compañía del ayudante destaparon el baúl y descubrieron que estaba lleno de oro. La niña todavía la ven en la misma parte de la carretera en las horas de la noche arreando una marrana con catorce cerditos y cuentan que quien logre seguirla hasta el lugar donde lleva la marrana encontrará una veta de oro.   



5. ROSA EVA “LA CARGALEÑA”
 A principios del siglo xx en el municipio de Amalfi vivía una señora de nombre Rosa Eva la cual era conocida por los pobladores como “la cargaleña” pues ella se dedicaba a recoger leña de los bosques cercanos para venderla en el pueblo. Todos los días madrugaba a hacer el desayuno para ella y sus tres hijos antes de salir a trabajar con su caballo. Rosa Eva vivía en las afueras del pueblo en una casa de bahareque la cual tenía un solar grande que le permitía tener allí una pesebrera para su caballo y otros animales como una marrana de cría y unas cuantas gallinas, animales que cuidaba con gran esmero y dedicación. Aunque no poseía riquezas era una mujer que se sentía contenta con su trabajo pues con éste conseguía el dinero para el sustento de su familia ya que era viuda y no tenía quien más le ayudara. Rosa Eva era una mujer muy reconocida en el pueblo por su fervor religioso, los domingos no trabajaba en el monte ya que los dedicaba rezar con fervor en el templo del pueblo y luego en las horas de la tarde a cuidar sus animales y hacerle pequeños arreglos a su vivienda. Un día mientras cortaba un árbol para leña fue picada en una de sus manos por una serpiente conocida en la región como equis. Montada en su caballo llegó hasta su casa donde fue atendida por el curandero del pueblo, al tercer día de picada ella se dio cuenta que no iba a sobrevivir a este accidente y decidió reunir a sus tres hijos los cuales todavía estaban niños, el mayor tenía doce años y el menor nueve. Ella les prometió que cuidaría de ellos aunque muriera, les pidió que la acompañaran a rezar el rosario a la santísima virgen. Mientras rezaban murió Rosa Eva. Al día siguiente de morir Rosa Eva se le apareció a sus hijos, los vecinos al verlos limpios y bien vestidos les preguntaron a los niños quién les había ayudado y ellos les respondían que su madre venía todas las madrugadas a bañarlos y a prepararles la comida y que muy pronto ellos se irían de viaje con ella. Pasado un par de años los vecinos encontraron los tres hijos de Rosa Eva muertos. Las personas de aquel pueblo contaban que quienes iban al bosque por leña o a cazar eran espantados pues veían a Rosa Eva y sus tres hijos talando árboles secos para leña.  


 6. EL NIÑO Y LA ILUSIÓN MALA 
 Hace muchos años en una vereda de Amalfi, un señor mandó a su hijo mayor a uno de los potreros por las mulas. Al llegar a la vega donde se encontraban los animales, vio una sombra negra pastando con las mulas, un poco asustado el muchacho continuó acercándose a las mulas, cuando él trató de cogerlas la sombra que estaba cerca se creció y lo levantó del piso, eso parecía un tornado de candela, el muchacho gritaba pues aquello parecía el mismo infierno, solo veía llamas y personas quemándose pidiendo ayuda, luego de mucho el muchacho fue tirado al piso y dejado en medio de los mulas. Mientras estaba tirado en el potrero los animales se le acercaban y le respiraban en la carta el trataba de gritar pero no le salía ni un suspiro, pasadas las horas el padre envió a buscar al muchacho y lo encontraron sin sentido y las mulas echadas muy cerca. Al recuperar el conocimiento el joven relato lo sucedido, el abuelo le contó que a él cuando era joven también le había pasado lo mismo y que aquello era conocido por sus antepasados como una ilusión mala.  


7. LOS MENESES 
En el municipio de Amalfi Antioquia por los lados de la vereda la Vetilla existía una familia afrocolombiana la cual llegó allí como esclavos con los primeros colonos buscadores de oro. Eran conocidos como los Meneses, apellido del hombre que los trajo a esta región y el cual un día cualquiera desapareció de su mina sin dejar rastro, desde ese mismo día los esclavos quedaron libres y viviendo en estas tierras. Esta familia no conocía la civilización y vivían como animales de monte. Cuentan que eran personas de estatura pequeña y ninguno lograba medir más de un metro con cuarenta centímetros de alto pero que eran tan fuertes como diez hombres juntos. Las personas que pasaban por aquellas tierras debían llevar tabacos, cigarrillos o dulces para darle a los Meneses si por casualidad salían al camino, las personas que los ignoraban o no les daban nada corrían el riesgo de no volver a sus casas, unos dicen que tenía la capacidad de embobar la gente para que se perdiera en las selvas y montes de aquella región y otros decían que eran comidos por estas personitas pues cuando se enojaban por falta de tabaco y dulces se volvían caníbales. Cuentan que son seis los miembros de esta familia y que son vistos con regularidad bañándose en las quebradas de esa región.   


8. EL ENCANTO DE CAMELLÓN
 En el barrio camellón del municipio de Amalfi Antioquia, vivió un anciano el cual le había vendido el alma al diablo, en su favor había recibido una inmensa fortuna con la cual pudo vivir como un gamonal. Antes de morir enterró varios lingotes de oro en un lugar que nadie sabía. Dos muchachos del pueblo que conocían la historia de aquel anciano y los cuales deseosos de encontrar esa fortuna decidieron ir al cementerio e invocar el espíritu del anciano, siendo la media noche salió el anciano montado en un caballo negro, al cual seguían tres perros grandes que iluminaban el camino cuando ladraban. El jinete salió a todo galope y se internó en terrenos difíciles los muchachos salieron detrás y localizaron su escondite y al detenerse el anciano escucharon una voz que les decía “tendrán que correr una piedra y encontraran mi tesoro pero no podrán hacerle daño a quien lo cuida”, los muchachos un poco temerosos se acercaron a una especie de cueva la cual dejaba ver un inmenso baúl que era custodiado por una serpiente que sacaba una lengua y mostraba unos colmillos afilados y a su lado un animal demoniaco el cual los llamaba y les mostraba una hoz, los jóvenes que hasta ese momento habían sido muy valientes salieron corriendo de miedo al llegar al camino principal cayeron desmayados y al instante cantó un gallo. Los muchachos en la mañana trataron de regresar a aquel sitio pero fue en vano por más que buscaron no encontraron el lugar en el que habían visto la fortuna del anciano. Hasta hoy no se sabe nada de dicha fortuna, y en que sitio quedó, pero comentan que vea ese anciano del caballo negro y sus tres perros y lo siga podrá quedarse con la fortuna si logra sacar el baúl de la cueva sin herir o matar los seres que la cuidan.  


9.  LA BARBACOA 
Cuando el municipio de Amalfi Antioquia apenas era un poblado pequeño cuentan que pasaban hombres con la cabeza tapada por las calles llevando un animal que luego a altas horas de la noche se convertía en un cadáver, estos hombres seguían con despojos hasta el cementerio, esto ocurría durante las semanas santas. Algunos jóvenes poco creyentes decidieron seguir el recorrido que hacían esos hombres encapuchados, al llegar al cementerio el cual en ese entonces quedaba cerca en lo que hoy en día es el alto de la virgen, el cadáver se dividió en dos partes, saliendo un hombre y una mujer feos y espantosos, los jóvenes al ver esto salieron corriendo y a pocos metros cayeron muertos. Cuentan que era el mismo demonio el que se les apareció a estos jóvenes para darles una lección ya que eran malcriados y malos vecinos.